A estas alturas ya está todo el pescao vendido; mi trabajo para la constitución de las mesas electorales ha acabado y casi acaba conmigo; marathonianas sesiones de trabajo, pocas horas de sueño y de atención a los chupócteros de los políticos, qué asco y todo por el vil metal tan necesario para la subsistencia. Trabajos vitalicios, no sólo de pan vive el hombre también de babas y otros vómitos. Y al final, el lunes por la mañana, algunos se levantarán ebrios de gloria, con cuatro años de renta para usar y abusar de los votos de los que depositaron con ilusión su confianza en los representantes del pueblo... y yo que no soy capaz de representarme ni a mí mismo. Y otros se levantarán iracundos, llamando imbéciles a la otra mitad de España como si les fuese la vida en ello. Convendrán todos ellos,eso sí, en la irresponsabilidad de los que opinamos que tras sus sonrisas no hay más que lucro cesante, todos los partidos con esos jóvenes eufóricos detrás de sus dirigentes en los mítines , aplaudiendo y haciendo muecas ante el chascarrillo fácil, como chimpancés amaestrados al sonido del diapasón; Ay Paulov, ¿qué hiciste con aquellos perros? Da una idea, inventa algo que creas provechoso y acabas como Alfred Nobel,suicidándote, porque al final lo pervierten e instrumentalizan todo. Así que mañana id a votar, id a que piensen por vosotros que luego tendréis derecho a quejaros...dentro de 4 años.
1 comentario:
venga hombre, a ver si te animas con un cafelín, salud!
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